El 10 de agosto se desplegará en el Mosteiro de Santa Catalina una amplia programación que homenajea al grupo de republicanos, activistas y sindicalistas que emprendieron una dura travesía marítima para llegar hasta Francia, en su exilio a causa de la represión falangista.
Se organizará una exposición fotográfica y una proyección de vídeo, además de incorporar un coloquio divulgativo y los testimonios de familiares de los hombres que iniciaron ese periplo. Se finalizará con un espectáculo musical a cargo de la Asociación Cultural Xábrega.
La Asociación Memoria Histórica Democrática, en colaboración con el Ayuntamiento y el Mosteiro de Santa Catalina, promueve una jornada por el 85º Aniversario de la huida del barco Bou Ramón, un episodio que es parte de la idiosincrasia de Ares, ahora recordado a través de una parrilla de actividades durante el sábado, 10 de agosto.
El Monasterio de Santa Catalina, a partir de las 19:30 horas, se transformará en escenario de diálogo, reflexión y divulgación desgranando la historia de este barco pesquero, el Bou Ramón, que partió en julio de 1939 desde la villa aresana con 26 personas, todos republicanos que decidieron escapar de la opresión falangista exiliándose hacia Francia.
Se honrará su memoria con una exposición fotográfica que se instalará en la misma jornada del día 10 hasta el 17 de agosto, donde se realizará una visita guiada a las 19:00 horas, mas también con un coloquio y proyección de vídeo sobre la travesía del Bou Ramón. Se incorporará además los testimonios de varios familiares de los republicanos, poniendo voz y rostro a la historia, y una intervención musical a cargo de la banda de música de la A.C. Xábrega.
UNA TRAVESÍA CON ECOS EN ELPRESENTE
El municipio contribuirá de este modo a tejer su memoria colectiva con esta programación que recuerda a las más de dos docenas de hombres republicanos que huyeron de la muerte y procuraron pasar desapercibidos del férreo control de los falangistas en la comarca de Ferrolterra.
A bordo del Bou Ramón, emprendieron un duro viaje para salvar sus vidas, mas esta se complicó y los ocupantes del barco pesquero tuvieron que ser rescatados por una segunda embarcación, el buque que finalmente los llevó hasta el campamento de refugiados de Barcarés, en los Pirineos Orientales. La huida fue, en realidad, una hazaña, al sortear la opresión que se vivía en la comarca, mas también porque muchos de los que navegaron en el Bou Ramón continuaron luchando contra la dictadura franquista o el régimen nazi durante la ocupación alemana de Francia.
Su travesía, así como su ejemplo de pugna a favor de los valores democráticos, tomó forma en Ares con una estatua del escultor Miguel Couto que se encuentra en las instalaciones de la Alianza Aresana; una obra para solidificar un episodio histórico que merece recuerdo y homenaje, justo cómo en esta jornada del próximo sábado.