El ayuntamiento aresáno halló una antigua receta que realizaban los monjes del Monasterio de Santa Catalina con esta tipología de maíz dentro del libro “En falda de la bailadora”, una obra literaria que describe lugares y tradiciones de Cervás y del Monasterio.
El alcalde de la localidad, Julio Ignacio Iglesias Redondo, recibió ayer una comitiva de Bueu para fomentar el intercambio de conocimiento, más teniendo en cuenta la experiencia del municipio pontevedrés en la celebración de la Fiesta del Maíz Cuervo.
A lo largo de la mañana de ayer, el regidor de Ares, @Julio Ignacio Iglesias Redondo, acompañado de representantes de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa Catalina, recibió a Félix Juncal, alcalde de Bueu; Xosé Leal, concejal de Cultura del mismo municipio y la Victoria Martínez, presidenta de la Asociación Sociocultural de Meiro, en su visita a Ares para comenzar a compartir experiencias y aprendizajes en la plantación del maíz corvo.
Es precisamente este tipo de maíz, un cereal de color negro característico de Galicia y ya empleado desde hace siglos en la elaboración de diferentes platos, lo que viene de conectar a los dos municipios. La lectura de la obra En la falda de la bailadora, atribuido inicialmente a Carlos Rodríguez Cartelle (mas con una autoría aún dudosa y en proceso de contraste), desveló la existencia de una antigua receta que realizaban los monjes del Monasterio ubicado en Montefaro con el maíz corvo, elaborando así un dulce, la Tarta o Rueda de Santa Catalina, que se desea recuperar en la actualidad.
Como llegaron en teoría las mazarocas de maíz cuervo, típicas de, entre otros lugares, el entorno de la aldea de Meiro hasta Ares. La leyenda habla de un contacto primitivo entre un marino bueuense y los propios monjes de Santa Catalina; el marino, afectado por unas heridas, se acercó hasta el monasterio para solicitar ayuda y curación, y así lo hicieron los religiosos con los que habló. En agradecimiento, el marinero regaló maíz cuervo a los frailes, que arrancaron con una plantación propia que se perdió con el paso de tiempo, olvidándose hasta el hallazgo de la obra En la falda de la bailadora, un manuscrito literario en el que se describen lugares y tradiciones de la parroquia de Cervás, donde está ubicado el Monasterio, y que será reeditado por el área municipal de Cultura.
A partir diera momento, se estableció una relación entre Bueu y Ares que derivó en el presente proceso de intercambio cultural: el municipio pontevedrés, que celebra la Fiesta del Maíz Cuervo en Meiro y ya cuenta con experencias exitosas en la plantación de esta variante del maíz con considerable interés etnográfico y histórico, ayudará al Concello de Ares y a la Asociación de Amigos del Mosteiro de Santa Catalina en el futuro cultivo del cereal.
Acercará las experiencias, las técnicas artesanales y el conocimiento que vienen desarrollando en su localidad para alcanzar un objetivo ya común entre Bueu y Ares: traer de nuevo la histórica receta hasta las pastelerías aresanas y apoyar la plantación de unas mazorcas cuyas orígenes se remontan hasta los albores del siglo XVII.